Las aguas del Río de la Plata suelen ser calmas, pero durante las tormentas se vuelven bravías e impredecibles. Este hecho. sumado a la oscuridad de la zona en la época colonial, convirtió a las costas de Colonia del Sacramento en un área peligrosa para los marinos. Luego de varios naufragios, se determinó la necesidad de instalar un faro en la zona, para que alumbrara la ciudad durante la noche. El Faro de Colonia del Sacramento es hoy uno de los mayores atractivos de la ciudad.
Historia del Faro de Colonia del Sacramento
En el año 1855, se dicta una ley del Poder Legislativo que instaura el cobro de una tasa por anclar en el puerto de la ciudad. Lo recabado se utilizaría para la construcción del primer faro de la región. La recaudación fue acelerada y para el mes de enero ya comenzaron las obras. En 1857 se inauguró el faro que iluminaría las costas para salvaguarda de los marinos.
El faro se erigió sobre un sector de las ruinas de una de las torres del viejo convento San Francisco Xavier (jesuita de 1683 a 1704). La historia del faro cuenta con algunos incidentes desgraciados, como el accidente ocurrido a uno de los fareros en 1873, mientras manipulaba el aceite de la antorcha, que tomó fuego quemando al guardafaros.
Visita al Faro de Colonia del Sacramento
El estado de conservación del faro es excelente y continúa brindando sus servicios. Las visitas al faro son uno de los paseos obligados de Colonia del Sacramento. Desde su cima puede contemplarse la ciudad y la bahía desde una altura privilegiada.
Al faro se asciende a través de una angosta escalera de caracol. A mitad del recorrido hay una puerta con un balcón que ofrece una vista interesante como adelanto de lo que puede apreciarse desde la cima.
El costo aproximado de la entrada es de un euro. El faro se emplaza en la calle San Francisco, entre Plaza Mayor y San Pedro, en pleno centro histórico de la ciudad. Se puede visitar de lunes a viernes de 13 horas hasta el atardecer, y los fines de semana desde las 11 hasta que atardece.