La historia de Valizas se remonta al siglo XVIII, todavía en época colonial, cuando el Cerro de la Buena Vista sirvió como límite natural entre los imperios español y el portugués. Todavía persiste la base de mármol rústico en que se apoyaba el mojón, traído desde Lisboa y que actualmente se exhibe en la fortaleza de Santa Teresa.
Algunos de los primeros pobladores fueron sobrevivientes de los múltiples naufragios ocurridos en la región. El pueblo era en los comienzos un extenso arenal, contenido por las forestaciones del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca. La belleza natural de la zona hizo que se afincaran los primeros ranchos. El arroyo tenía un cauce diferente al actual, su desembocadura estaba frente a la calle principal. De este viejo curso queda como testigo una pequeña laguna.
El origen del nombre del pueblo es ambiguo. Por un lado se cuenta que los antiguos pobladores de la zona colocaban luces móviles en la costa para confundir a los buques que por allí pasaban, para que se estrellasen contra las rocas. Así, los bandidos que poblaban la costa se encargaban de saquear los restos de los naufragios.
Otra versión afirma que en la boca de la Laguna de Castillos, donde nace el arroyo Valizas, había un cruce muy bajo, que era utilizado por los viajeros desde y hacia Río Grande. Para señalizar este paso se empleaban estacas de orilla a orilla y a ellas se debería el nombre del arroyo, que luego dio nombre al pueblo.