La zona en la que el Arroyo Maldonado desemboca en el Atlántico da lugar a uno de los puntos más fascinantes y exclusivos de Punta del Este: La Barra. Este pequeño balneario se ubica 20 kilómetros al este de la Península, lejanía que favorece su estilo de vida distendido. No hay edificios altos, las calles son rústicas, hay naturaleza agreste por todas partes y la atmósfera más bohemia y relajada. Lo que se mantiene es la exclusividad y alto nivel de los servicios turísticos. De hecho, las playas del jet set esteño se ubican precisamente en La Barra.
Para llegar a La Barra hay que tomar la Ruta 10 que atraviesa el balneario como su calle principal, llena de comercios trendy, barcitos y restaurantes. Los famosos puentes ondulantes conectan Punta del Este con La Barra. Por su arquitectura única, atravesar los puentes es una experiencia en sí misma, y nadie se pierde conducir a alta velocidad para sentir el vértigo. Si bien en auto es la forma más cómoda (y divertida) de llegar a La Barra, también hay líneas de bus locales que llegan desde la Península.
Ya en el acceso a La Barra la vista es espectacular, con el Arroyo como un plato de agua y espacios verdes para sentarse a descansar. En la Parada 40 hay bancos para mirar el paisaje. Siguiendo por la Ruta 10, se ven las casas coloridas y de madera, típicas del lugar desde sus orígenes, antes de que fuese el punto top de la temporada, cuando los pescadores y veraneantes de zonas cercanas eran los principales moradores. Hoy La Barra, Bikini y Manantiales atraen a los ricos y famosos, que tienen sus mansiones en las escondidas chacras marítimas al otro lado de la Ruta.
Con sus buenas olas océanicas, la playa de La Barra es un epicentro del surf, y por lo tanto de la gente joven y bonita, aunque también se ven varias familias que disfrutan de esa tranquilidad en contacto con la naturaleza. La Boca de La Barra es, según los conocedores, el mejor lugar para surfear en Uruguay. El surf se practica todo el año, porque el agua no es tan fría como en otros puntos de la costa. También se practican otros deportes: navegación a vela, windsurf, kite. La pesca es una actividad clásica en cualquier mes del año.
Los paradores y restaurantes son los lugares de encuentro de los veraneantes a lo largo de todo el día. DJ’s famosos, tragos gourmet y frutos de mar se combinan en los locales más chic de Punta del Este. La noche de La Barra merece un capítulo aparte. Sus bares, clubes y discotecas convocan jóvenes todos los días del verano. Incluso quienes veranean en la Península se acercan a vivir la movida de La Barra, donde es común encontrar caras famosas y la diversión sigue hasta el amanecer. Durante la temporada baja, La Barra se convierte en un lugar solitario y pacífico, aunque varios hoteles y restaurantes abren todo el año para los que quieran darse una escapada y renovar energías.