La zona más antigua de Punta del Este, cercana a la Punta de la Salina, guarda varios monumentos históricos interesantes que revelan una faceta diferente de la Península. Es un barrio de casas tradicionales, de no más de dos plantas, con jardines floreados y aire señorial, bien diferente al ritmo vertiginoso de las ramblas Mansa y Brava.
Esta fue la zona bautizada por Juan Díaz de Solís como Cabo de Santa María de la Buena Esperanza, durante el siglo XVI. Por supuesto, el balneario no empezó a tomar vida hasta el siglo XIX, pero aún así la zona tiene un valor histórico interesante por conservar algunas de las casas más antiguas de Punta.
El emblema de este barrio es el Faro de Punta del Este, situado en el punto más alto de la zona. Fue construido en 1860 por Tomás Libarena. Desde sus 45 metros de altura se ve un panorama increíble de la Punta de la Salina.
Justo frente al faro, sobre una plazoleta de césped, se encuentra la Estación Meteorológica, una torre antigua que registra la información climática de Punta del Este y archiva datos de hace más de ochenta años.
A metros nada más, la pintoresca Iglesia de la Candelaria, con su reluciente fachada celeste y blanca. La primera capilla data de 1911, pero la construcción actual fue terminada en 1950. La Iglesia recibe fieles y turistas durante todo el año, y se celebran misas todos los días. Coronado por una enorme araña de cristal, el interior de la iglesia alberga esculturas importantes, como la imagen de la Virgen de la Candelaria, traída de España.