La antigua Puerta de la Ciudadela, frente a la Plaza Independencia de Montevideo, da inicio a uno de los paseos más coloridos y tradicionales de la ciudad: la Peatonal Sarandí. Con el encanto histórico que caracteriza a toda la Ciudad Vieja, el Boulevard Sarandí llega hasta la emblemática Plaza Matriz, que fuera la Plaza Mayor durante la época colonial.
La antigua calle Sarandí fue diseñada en 1726 por Pedro Millán, quien se inspiró en la lujosa arquitectura francesa de entonces. Su finalidad era albergar los centros comerciales y financieros de la burguesía de la época. La peatonalización de Sarandí en su tramo principal es reciente: fue en 1992 cuando el paseo recuperó su esplendor de antaño, convirtiéndose en uno de los recorridos preferidos de Montevideo.
Paseo por la Peatonal Sarandí
A lo largo de la Peatonal se aprecian edificios y casonas de variada arquitectura. Bancos, faroles y plantas se distribuyen por todo su recorrido, acompañando los puestos de artesanías y antigüedades que llenan de color los típicos adoquines y franjas de granito. En el cruce entre Sarandí y Bacacay, una gran fuente ornamenta el paseo con su frescura.
Lujosas tiendas de cuero (una de las artesanías típicas de Uruguay), joyerías, grandes librerías, hoteles, museos, restaurantes y pubs componen la oferta comercial y cultural que da jerarquía a la Peatonal. A ello se agrega un vasto programa de actividades culturales, como la feria artesanal realizada los sábados entre Juan Carlos Gómez y la Plaza Matriz, o la feria de antigüedades y piezas de arte que se desarrolla también los sábados sobre esta plaza.
Espectáculos callejeros musicales y teatrales completan el colorido de la Peatonal durante los fines de semana. El acceso a este imperdible paseo es muy fácil, ya que desde todos los puntos de Montevideo hay líneas de ómnibus que llegan a la Puerta de la Ciudadela o ingresan a la Ciudad Vieja.